viernes, septiembre 3

Cada vez que pierde Racing se me viene abajo el mundo con el alma por el piso caigo al pozo más profundo el Domingo se perpetua y la bronca no se va, cada vez que pierde Racing yo lo quiero un poco más. Cuando cae la academia se me piantan los anhelos ¡que difícil se hace todo si es tan fuerte el desconsuelo! están tristes mis amigos casi tanto como yo cuando Racing se desploma muere y nace una ilusión. Cada vez que pierde Racing mi semana es diferente, todo se hace más pesado y el desgano es evidente, gesto adusto y perturbado, nerviosismo y mal humor y la chanza del contrario que resisto con honor. Ver a Racing derrotado me provoca gran tristeza y aunque el golpe sea muy duro nunca pierdo la entereza, orgulloso yo sostengo con arresto mi pasión y ese loco fanatismo transformado en devoción. Es por eso que te digo Racinguista amigo mío que si hoy estoy herido volveré a estar en pie, porque soy de la Academia, soy constante y muy distinto y no hay diablo en mi camino que me pueda someter. En la súbita derrota y en el áspero traspié siempre firme junto a Racing nuevamente allí estaré, porque soy muy diferente a ese amargo que está enfrente que acompaña y hace ruido si es primero únicamente. Pasaran entrenadores y también mil jugadores, abra marcha permanente de diversos dirigentes pero solo nuestra hinchada estará siempre presente defendiendo más que nadie su fervor blanco y celeste. Aunque ganes o aunque pierdas poco y nada me interesa en la angustia más punzante o en la gloria y el placer, seguirás siendo el motivo principal que me desvela, mi querido y gran amigo, Racing club de Avellaneda.

No hay comentarios:

Publicar un comentario